La Fábula de Polifemo y Galatea consta de unos 500 versos repartidos en 63 octavas y recrea un mito relatado en Las metamorfosis del poeta latino Ovidio (poema del siglo I). El pastor Polifemo, que es un cíclope, ama a Galatea, una hermosa ninfa del mar, pero ella no le corresponde. Un día, Galatea conoce a Acis y se siente atraída de inmediato por él. Los dos jóvenes se entregan al amor escondidos tras unas hiedras, pero Polifemo los descubre por azar y reacciona airadamente. Aplasta a Acis con una roca, pero las divinidades marinas, que habían sido aclamadas, transforman la sangre del pastor en agua fluyente que llega hasta el mar. Allí, Doris (diosa del mar y madre de Galatea) lo acoge como nueva divinidad: el dios del río.
La gruta de Polifemo (octavas IV-VI)
Tras dedicarle su poema al conde de Niebla (octavas I-III), Góngora describe el escenario de su historia: un lugar de la costa de Sicilia, isla cuya actividad volcánica se vincula con dos figuras mitológicas: el dios Vulcano y el gigante Tifeo (octava IV). En concreto, Polifemo vive en una oscura gruta rodeada de árboles y poblada de aves nocturnas, donde alberga asimismo a su multitudinario rebaño de cabras (octavas V-VI).
IV
el pie argenta de plata al Lilibeo 1
(bóveda o de las fraguas de Vulcano,
o tumba de los huesos de Tifeo),
pálidas señas cenizoso un llano
-cuando no del sacrílego deseo del
duro oficio da. Allí una alta roca
mordaza es a una gruta de su boca.
Notas:
1. La metáfora se inspira en la acción de abrillantar los zapatos de una persona mientras los lleva puestos.
Reordenación de la estrofa:
una alta roca es mordaza de su boca a una gruta.
Explicación:
En el extremo occidental de la isla de Sicilia hay un promontorio llamado Lilibeo. Más hacia el este se alza el Etna. Hay varias leyendas mitológicas que pretenden explicar la actividad volcánica del Etna. Según una de ellas, el volcán era la chimenea de la fragua de Vulcano, situada bajo la isla. Vulcano forjaba en su fragua los rayos que lanzaba Júpiter durante las tormentas. Según otra leyenda, antes de que el hombre poblara la Tierra ésta la habitaban por los gigantes, que trataron de escalar el monte Olimpo, la morada de los dioses, para dominarlo también, pero fueron aniquilados. Uno de ellos, Tifeo, fue sepultado vivo por una gran roca que le lanzó Júpiter, roca que se convirtió en la isla de Sicilia y el Etna era el respiradero por donde el gigante exhalaba su aliento. Así pues, las erupciones del Etna eran los escupitajos de fuego que lanzaba el gigante de pura rabia.
El llano, con sus cenizas, da muestras de la actividad del Etna, es decir, señas del duro oficio (el oficio de herrero de Vulcano) o del sacrílego deseo (que tuvieron Tifeo y los demás gigantes de invadir el Olimpo). Pálidas puede entenderse como débiles (pálidas señas = débiles indicios) o bien como lúgubres, pues en la literatura latina es habitual calificar a la muerte como pálida. Así, pálidas señas = señales de muerte. Los últimos versos significan que una roca hace de mordaza a la boca de una gruta (es decir, la cierra).
V
Guarnición tosca de este escollo duro
troncos robustos son, a cuya greña 2
menos luz debe, menos aire puro
la caverna profunda, que a la peña;
caliginoso lecho, el seno obscuro
ser de la negra noche nos lo enseña
infame turba de nocturnas aves 3,
gimiendo tristes y volando graves.
Notas:
2 Greña aquí representa la copa de los árboles, que es densa y está alborotada, es decir, que los árboles tienen un ramaje espeso y revuelto.
3 La infame turba de aves nocturnas es la horrible bandada de aves que demuestran lo tenebrosa que es la cueva a través de sus gemidos y de su vuelo.
Reordenación de la estrofa:
[Unos] troncos robustos son [una] tosca guarnición de este escollo duro, a cuya greña la caverna profunda debe menos luz, menos aire puro que a la peña. [Una] infame turba de aves nocturnas nos enseña el seno obscuro, lecho caliginoso, ser de la negra noche.
Explicación:
La caverna debe menos luz a la greña que a la peña. Equivalentemente: la greña da menos luz a la caverna que la peña. Decir "dar menos luz" en lugar de "quitar más luz" es un ejemplo de lítote, o atenuación, como cuando decimos "no es tonto", en lugar de "es muy listo". Por otra parte, afirmar que los árboles quitan más luz a la cueva que la roca es una hipérbole, o exageración, con la que quiere expresarse lo frondosos que eran los árboles.
VI
De este, pues, formidable de la tierra
bostezo 4, el melancólico vacío
a Polifemo, horror de aquella sierra,
bárbara choza es, albergue umbrío
y redil 5 espacioso donde encierra
cuanto las cumbres ásperas cabrío,
de los montes esconde: copia bella
que un silbo junta y un peñasco sella.
Notas:
4 La entrada de la cueva parece la boca de una persona cuando bosteza.
5 redil: lugar en que se recoge el ganado.
Reordenación de la estrofa:
El melancólico vacío de este, pues, bostezo formidable de la tierra es a Polifemo, horror de aquella sierra, choza bárbara, albergue umbrío y redil espacioso donde encierra cuanto cabrío esconde las cumbres ásperas de los montes: copia bella que un silbo junta y un peñasco sella.
Explicación:
Cabrío es ganado cabrío. El ganado de Polifemo es tanto que esconde (oculta, cubre completamente) las cumbres de los montes. "Copia bella" ha de entenderse como bello número, un gran número. Los pastores guían a las cabras con silbidos. En cuanto Polifemo silba, sus cabras se reúnen y entran en su cueva, que después el cíclope cierra con la roca.
Retrato de Polifemo (octavas VII-XII)
Góngora retrata a Polifemo, gigante provisto de un solo ojo, que usa un pino a modo de bastón (octava VII). Nos recuerda que Polifemo es hijo de Neptuno, el dios del mar, aunque omite que su madre es la ninfa Toosa. El cíclope es equiparado con elementos de la naturaleza: su cuerpo es un monte, su cabello es un río y su barba es un torrente impetuoso (octava VIII). Polifemo lleva un pellico -zamarra- confeccionado con la piel de las fieras que caza (octava IX) y un zurrón lleno de frutas (octavas X-XI), y toca una enorme zampoña -instrumento rústico a modo de flauta- fabricada con cien cañas enormes, cuya horrenda música desconcierta a los animales del bosque y alborota las aguas del mar (octava XII).
VII
Un monte era de miembros eminente 6
este que —de Neptuno hijo fiero—
de un ojo ilustra el orbe de su frente,
émulo casi del mayor lucero;
cíclope a quien el pino más valiente
bastón le obedecía tan ligero,
y al grave peso junco tan delgado,
que un día era bastón y otro cayado 7.
Notas:
6 Significa que era un monte al que le sobresalían los brazos y las piernas.
7 cayado: Bastón cuyo mango tiene forma de gancho. Reordenación de la estrofa:
Era como un eminente monte de miembros humanos este cíclope, feroz hijo del dios Neptuno. En la frente de Polifemo, amplia como un orbe, brilla un solo ojo, que podría casi competir aun con el Sol, nuestro máximo lucero. El más alto y fuerte pino de la montaña lo manejaba como un ligero bastón; y, si se apoyaba en él, cedía al enorme peso, cimbreándose como delgado junco, de tal modo, que, si un día era bastó, al otro ya estaba encorvado como un cayado.
Explicación:
La frente de Polifemo es un orbe al que ilustra (ilumina) de un ojo [= con un ojo, igual que un clavo se clava de/con un martillazo o un vaso se llena de/con agua]. Este único ojo compite en brillo con el Sol. Por eso la frente es un orbe (mundo), porque tiene su propio Sol.
Notemos que en castellano se puede decir "le obedece [siendo] sumiso", pues aquí tenemos lo mismo con un sustantivo: "le obedece [siendo, a modo de] bastón". El pino más valiente sirve de bastón a Polifemo, pero se dobla como un delgado junco ante su grave peso y así, al día siguiente ya no parece un pino recto, sino un cayado curvado para siempre.
VIII
Negro el cabello, imitador undoso
de las oscuras aguas del Leteo,
al viento que lo peina proceloso 8
vuela sin orden, pende 9 sin aseo;
un torrente es su barba, impetuoso
que —adusto hijo de este Pirineo—
su pecho inunda— o tarde, o mal, o en vano
surcada aun de los dedos de su mano.
Notas:
8 proceloso: huracanado, tempestuoso.
9 pende: cuelga.
Reordenación de la estrofa:
El cabello negro, imitador undoso de las obscuras aguas del Leteo, vuela sin orden, pende sin aseo al viento que lo peina proceloso; su barba es un torrente impetuoso que - adusto hijo de este Pirineo - inunda su pecho aun surcada de los dedos de su mano o tarde, o mal, o en vano.
Explicación:
En la estrofa anterior se ha dicho que Polifemo es un monte, y ahora su cabello y su barba son descritos como ríos que descienden del monte. El cabello imita al Leteo (uno de los ríos del infierno), cuyas aguas eran negras, y su barba es como un río de lava (adusto en el sentido de ardiente y moreno, undoso en el sentido de con olas y ondulado) que desciende del cíclope, el cual es como un Pirineo (un monte).
El río de su barba inunda su pecho caóticamente, a pesar de que el intenta arreglársela peinándola toscamente con sus dedos, pero lo hace tarde [= pocas veces] o mal [= sin cuidado] o, en cualquier caso, en vano, pues su barba no se deja dominar.
IX
No la Trinacria 10 en sus montañas, fiera
armó de crueldad, calzó de viento,
que redima feroz, salve ligera
su piel manchada de colores ciento:
pellico 11 es ya la que en los bosques era
mortal horror al que con paso lento
los bueyes a su albergue reducía,
pisando la dudosa luz del día.
Notas:
10 Tinacria: Isla de Sicilia.
11 pellico: chaqueta. Reordenación de la estrofa:
La Trinacria no armó fiera [alguna] de [suficiente] crueldad o [la] calzó de [tanto] viento que redima feroz [o] salve ligera su piel manchada de cien[to] colores: pellico es ya la [fiera] que en los bosques era horror mortal al que reducía con paso lento los bueyes a su albergue, pisando la dudosa luz del día.
Explicación:
La Tinacria no ha criado un animal lo bastante fiero o ligero como para salvar su piel (salvarse) del cíclope.
Un animal veloz vuela más que corre, así que calzarlo de viento es ponerle viento en los pies, es decir, hacerlo capaz de correr velozmente.
La fiera a la que temía el campesino ahora es una chaqueta. Góngora alude al labrador a través de un rodeo: es el hombre que pisa la luz débil del atardecer mientras recoge con lentitud en su establo a los bueyes con los que ha trabajado durante el día.
La dudosa luz del día es la luz que hace dudar a la vista, la poca luz que queda justo antes del anochecer.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMmm quien sabrá cual habrá sido tu comentario para que el autor lo elimine ... mm
Eliminarsubnormal
Eliminaryabe
EliminarPor cierto ... Seria de mucha ayuda que a las fabulas como estas les encontraran el vocabulario ... en verdad es muy difícil buscar cada una de las palabras que están hay ... Sin recalcar que muchas de las palabras son difíciles de pronunciar ademas esto dificulta su búsqueda y comprencion ...
ResponderEliminarMil gracias por la explicación y aunque me hubiese gustado mayor número de estrofas, al menos tengo una idea más acertada sobre la interpretación del texto. Gran y generoso trabajo. Saludos desde Guatemala
ResponderEliminarProcura un intenso placer entender mejor este bellísimo texto que entraña sin duda mucha dificultad. Muchas gracias mis admirados Profesores de literatura. Preparando un viaje a Sicilia. Conocer a los clásicos así es una gran oportunidad.
ResponderEliminarGracias por la explicación me ayudó mucho a comprender mejor la fábula
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