jueves, 17 de marzo de 2011

Practica el comentario poético I

Para que podáis ir mejorando la técnica del comentario del texto poético, os dejamos este poema de Carlos Marzal y de María Sanz, de los que debéis realizar un lectura atenta y responder las cuestiones que se os proponen más abajo.

Metal pesado

Igual que sucedía, siendo niños,
con las mágicas gotas de mercurio,
que se multiplicaban imposibles
en una perturbada geometría,
al romperse el termómetro, y daban a la fiebre
una pátina más de irrealidad,
el clima incomprensible de los relojes blandos.
Algo de ese fenómeno concierne a nuestra alma.
En un sentido estricto, cada cual
es obra de un sinfín de multiplicaciones,
de errores de la especie, de conquistas
contra la oscuridad. Un individuo
es en su anonimato una obra de arte,
un atávico mapa del tesoro
tatuado en la piel de las genealogías
y que lleva hasta él mismo a sangre y fuego.
No hay nada que no hayamos recibido
ni nada que no demos en herencia.
Existe una razón para sentir orgullo
en mitad de esta fiebre que no acaba.
Somos custodios de un metal pesado,
lujosas gotas de mercurio amante.


Carlos Marzal


  1. Lectura atenta del poema. No inicies la actividad sin haberlo entendido lo mejor posible.
  2. ¿A qué hace referencia el poeta cuando menciona los relojes blandos?
  3. La rotura del termómetro provocaba una mayor pátina de realidad en el enfermo. ¿A qué se debe?
  4. Cada cuál es obra de un sinfín de multiplicaciones. ¿Qué pretende decir el poeta?
  5. Somos lujosas gotas de mercurio amante. Intenta explicar el sentido de estas palabras.
  6. Mide todos los versos y señala el nombre que reciben. No te olvides de numerar el poema para poder identificar fácilmente cada verso.
  7. Escribe los versos en los que aparece una sinéresis (unión de dos vocales que deberían ir separadas) a fin de que el verso dé la medida exacta.
  8. ¿Hay algún verso oxítono o agudo? ¿Qué sucede en él?

MUCHACHO FUGAZ

María Sanz

Recuerdo que era invierno,
que los almeces iban cobijando
mi vuelta a casa, y que me seguía
un muchacho. Jamás supe quién era.
Así durante un rato. Los Jardines
entonaban la noche con el último
gorjeo de algún pájaro. Sentía
que unos ojos quemaban mi silueta
como el frío, que iban dibujándome
paso a paso. Volví la vista. Sólo
la oscuridad de los almeces, nadie
tras de mí… Pudo ser el mismo invierno,
su nombre masculino,
lo que me traspasara.

Un muchacho fugaz sigue alejándose,
cada vez que lo encuentro,
de mi noche.

1. Lectura atenta del poema. No inicies la actividad sin haberlo entendido lo mejor posible.

2. La palabra almeces hace referencia a un tipo de árbol, de doce a catorce metros de altura y copa ancha. Sabiendo esto, ¿qué crees que quiere decir la poetisa con los almeces iban cobijando mi vuelta a casa?

3. ¿En qué momento sitúa la poetisa el hecho que nos cuenta? ¿Cómo lo sabes?

4. Realiza el cómputo silábico y di el nombre del tipo de versos que aparecen en el poema

5. Menciona al menos tres fenómenos métricos que han influenciado en tu cómputo silábico y el verso en el que aparecen.

6. Menciona dos figuras retóricas que se usen en el poema y escribe el verso en el que aparecen.

7. El poema se divide en dos estrofas. ¿Qué puedes decir de cada una ellas?


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