lunes, 26 de julio de 2010

El ciprés de Silos, Gerardo Diego, Versos humanos (1955)

Enhiesto surtidor de sombra y sueño

que acongojas el cielo con tu lanza.

Chorro que a las estrellas casi alcanza

devanando a sí mismo en loco empeño.


Mástil de soledad, prodigio isleño;

flecha de fe, saeta de esperanza.

Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,

peregrina al azar, mi alma sin dueño.


Cuando te vi, señero, dulce firme,

qué ansiedades sentí de diluirme

y ascender como tú, vuelto en cristales,


como tú, negra torre de arduos filos,

ejemplo de delirios verticales,

mudo ciprés en el fervor de Silos.

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