jueves, 5 de agosto de 2010

Coplas a la muerte de su padre, Jorge Manrique Coplas 1-5

I
Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer, (qué rápido)
cómo, después de acordado, (cuando se recuerda)
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.

II
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto s'es ido (instante)
e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por passado.
Non se engañe nadi, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de passar
por tal manera.

III
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
qu'es el morir;
allí van los señoríos (propiedades de un noble)
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales, (caudalosos)
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales (una vez que han llegado al mar)
los que viven por sus manos
e los ricos.

IV
Dexo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
non curo de sus ficciones, (prescindo)
que traen yerbas secretas (veneno)
sus sabores.
Aquél sólo m'encomiendo,
Aquél sólo invoco yo
de verdad,
que en este mundo viviendo,
el mundo non conoció
su deidad.

V
Este mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
sin pesar; (donde no existe el sufrimiento)
mas cumple tener buen tino (prudencia)
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientra vivimos,
e llegamos
al tiempo que feneçemos; (morimos)
assí que cuando morimos,
descansamos.

Versión musicada de las coplas de Paco Ibáñez (no aparecen todas):

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