Hermosas ninfas que, en el río metidas,contentas habitáis en las moradasde relucientes piedras fabricadasy en columnas de vidrio sostenidas; agora estéis labrando embebecidas, o tejiendo las telas delicadas;agora unas con otras apartadas,contándoos los amores y las vidas; dejad un rato la labor, alzandovuestras rubias cabezas a mirarme, y no os detendréis mucho según ando; que o no podréis de lástima escucharme,o convertido en agua aquí llorando,podréis allá de espacio consolarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario